Auschwitz: el campo de exterminio nazi
Auschwitz es considerado el mayor campo de exterminio nazi. A él se accedía por la línea de ferrocarril del Reich, los vagones iban abarrotados de deportados que no recibían ni comidas ni bebidas, además de unas condiciones higiénicas deplorables. Muchos morían ya en el transporte, pero los cadáveres no se quitaban hasta la llegada al punto de destino. A la llegada se seleccionaba a quienes podían trabajar y a quienes no, un médico los examinaba y decía quienes estaban bien de salud y quienes no.
A la entrada en el campo, los presos tenían que desnudarse y entregar los objetos de valor y después eran rapados al cero, también las mujeres. Muchos morían durante los 3 primeros meses debido al shock que sufrían.
El día a día en Auschwitz era así:
Se levantaban a las 4 de la madrugada y debían hacer la cama al estilo militar.
Su jornada de trabajo duraba unas 11h y tenían un descanso de media hora para comer.
Al levantarse y volver de trabajar los presos era contados.
Cenaban y a las 21h se iban a descansar, estaba prohibido salir de los barracones.
Pero había una cosa que ya era inhumana, pues a partir de 1942, los niños de la zona eran deportados a Auschwitz. Los niños pequeños eran asesinados inmediatamente por ser demasiado pequeños para trabajar, si una madre llevaba a su hijo en brazos, ambos eran enviados a la cámara de gas porque se consideraba que la madre no podía trabajar. Si era la abuela quien lo llevaba, era asesinada con el bebé.
Los que si eran considerados aptos, eran amaestrados como albañiles, algunos de ellos sufrían abusos por los capataces. La mayoría de niños estaban desnutridos y morían de muchas enfermedades.
En el campo de exterminio de Auschwitz los métodos usados para el exterminio eran estos:
Muerte por cansancio y agotamiento.
El hambre.
El estrés psíquico.
Las enfermedades.
Los experimentos médicos.
El asesinato por inyección letal.
Los castigos.
El fusilamiento.
La cámara de gas.
El sistema de terror infudado por la SS era hacer imposible cualquier resistencia física o psíquica. Al preso se le recordaba que estaba indefenso frente al gran poder de la SS.
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Mario Buades -